Síi, llegó el momento, después de dos intentos fallidos y muchísimas ganas de visitar la gran ciudad, tuvo que ser en mayo de 2012 cuando mi amiga María y yo encontramos un vuelo barato y una buenísima excusa para escaparnos un fin de semana. Y, poco a poco, se fueron animando más amigos. Me encantan los viajes en grupo y eso de que la mayoría nunca había visitado Londres le añadía emoción a la aventura.
Viernes 25 de mayo, una tarde espectacular, de las mejores vistas en Cork, ha salido el sol y las temperaturas llegan a 22 grados. La gente camina con una sonrisa en la cara, incluso la ciudad parece diferente, es increíble el poder del sol... Un poco nerviosos nos dirigimos hacia el aeropuerto de Cork para volar rumbo a London, qué gran fin de semana nos espera!
Aterrizamos en Stansted sobre las 11 de la noche y... primera pregunta: ¿ahora qué? nos quedaban muchas preguntas por resolver pues Londres no se caracteriza por ser una ciudad sencilla... jeje Tras unas buenas risas conseguimos coger un bus y llegar a Victoria Station y llega la segunda pregunta: ¿y ahora qué? jaja el mapa es muy grande y estamos muy cansados... Finalmente llegamos al hostal, bueno...nada especial... esperemos que la ciudad sea más bonita que el alojamiento.. y que los ingleses sean un poco más amables que los que nos hemos cruzado en dos horas...
Sábado a primera hora de la mañana, comenzamos con el turismo y primer desafío con el mapa del metro, a pesar de ser algo fácil de entender, el de Londres hubo momentos que nos pareció algo similar a una sopa de letras...
La primera visita fue para el London Bridge y Tower Bridge. Empezamos a tener las primeras sensaciones de caminar por las calles de esta ciudad de película... campanas, sirenas, multitud...
Continuamos con Webminster Abbey donde nos encontraremos con el famosísimo Big Ben, en mi opinión, nada de Big. Será por todas las películas en las que aparece y sus particulares exageraciones, me pareció bastante pequeño para lo que me imaginaba, pero eso sí, precioso. Y al otro lado del Támesis, la espectacular noria conocida como " London Eye", acompañado de una fila de bares con vistas al río, llenos de personas gozando del magnífico tiempo que nos había tocado.
Continuamos la ruta por Trafalgar Square y el Palacio de Buckingham y llega el momento de reencontrarme con una buena amiga afincada en Londres desde hace unos meses, cómo alegra encontrarte con una buena amiga tan lejos de casa... El cuerpo nos pide un descanso así que vamos directos al Hyde Park donde almorzamos y disfrutamos de la diversidad de personas y culturas que recoge la capital.
Tras el descanso toca visitar Picadilly Circus, que mejor que ir dando un paseo por Oxford Street y su gran variedad de tiendas, ¡ay, si tuviera dinero!.
No queremos volver al hostal si visitar China Town, no muy lejos de la zona elegida para vivir la noche londinense, el Soho.
Llegada la noche, sin saber muy bien a donde ir, no nos hace falta un gran sitio para pasar una noche entre risas y diversión, esto confirma una vez más que no importa el lugar donde estés sino la gente que te acompaña. Aunque los bares cierran a las 3, no es hasta las 5 cuando nos vamos a dormir, ¿lo que hacemos desde las 3 hasta las 5? reír...
No nos reímos tanto cuando a las 10 de la mañana del domingo suena el despertador para hacer el checkout del hostal, pero basta en pensar lo mucho que nos queda por descubrir para sacar un poco de fuerzas de la cama...
La mañana del domingo la dedicamos a museos, elegimos Natural Museum y Science Museum. El primero..interesante... pero el segundo...impresionante, una pasada... una pena que no tengamos tiempo de visitarlo entero, fue encontrar una zona interactiva y se nos pasó el tiempo volando jugando y divirtiéndonos como niños...
El agotamiento ya va asomándose por nuestros cuerpos cuando decidimos conocer el mercado de Camdem, otra maravilla de Londres. Ya me lo habían recomendado varias personas y, aun así, me sorprendió muchísimo. Un mercado muy original donde puedes encontrar cualquier cosa que no quepa en la imaginación., además de zonas para pasar el día de una forma diferente al bullicio del centro de la ciudad. Entre puesto y puesto, nos entretenemos más de la cuenta así que después de Candem Market activamos el modo 'vuelta a casa', pasamos a recoger las maletas y nos acordamos de que tenemos algo por cumplir: hacernos una foto con el Tower Bridge a la luz de la luna (y de las otras muchas luces que adornan London), así que eso hacemos.
Misión cumplida pues, llega el momento de despedir a las amigas londinenses y camino al aeropuerto, totalmente agotados, para pasar una placentera noche a los pies del mostrador de Ryanair. Más de uno piensa como nosotros, pues a las 2 de la mañana Stansted tiene una ocupación de casi el 80%... y los mejores rinconcitos reservados...
La guinda del pastel llega la mañana de lunes cuando recién aterrizados en el aeropuerto de Cork cada uno directo a trabajar con maleta en mano, uno de los días laborales más largo de vida! pero lo volvería a repetir para pasármelo así de bien. Por supuesto, me quedo con los momentos en el museo de las ciencias y el mercado de Camdem.
Gracias por este finde chic@s y, sobre todo a ti 'Peke', mil gracias.
Hasta la próxima!
Patricia
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